El bochornoso espectáculo ocurrido esta semana en la Comunidad autónoma de Murcia, con motivo de la moción de censura, donde 3 diputados se han dejado sobornar pasándose al partido que ostentaba el poder del gobierno, siendo desleales al compromiso que habían firmado, da una muestra de la calaña de la que están hechas algunas personas y supone el mayor descrédito para la clase política, que con sus actos de corrupción han preferido barcos sin honra que honra sin barcos, por encima de ética, moral y conciencia, propio de un comportamiento mafioso, donde se compran voluntades y se venden principios, de aquellos que ávidos de poder y poltronas no han dudado en corromperse públicamente, en un alarde de desvergüenza, indecencia y falta de integridad moral.
Se les ha ofrecido entre corrupción o dignidad y han elegido la corrupción. Su moral, su integridad y su dignidad se han vendido por 76,000 euros al año y chofer a la puerta de la casa. Después de esta muestra de indecencia política, ¿Quién va a votar en las próximas elecciones a sabiendas que una vez logrado tu voto, lo usuraran para vivir de la política, lograr poder y poltronas y hacer lo que les venga en gana, incumpliendo promesas, rompiendo esperanzas y traicionando confianzas?.
Sin duda alguna es un proceder indigno, que los ciudadanos no se merecen, impropio de una democracia transparente, consolidada y fuerte.
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