Hay
dos aspectos de las personas que desprecio
profundamente: la cobardía y el servilismo, pero
sobre todo esta última porque lleva implícita a la
primera. Aunque hoy día es muy difícil encontrar el
éxito a través del trabajo honrado, la integridad y
la nobleza, es mucho mas loable que hacerlo a través
del peloteo o el típico lameculos. Ser leal al jefe
que te explota, te humilla y te pisotea es de seres
cobardes, miserables y ruines y yo he visto tantas
veces esto que ya no me sorprende, pero si, cuando
quien lo hace es alguien cercano a ti. Lo mas triste
es que un lameculos a veces no busca el beneficio
propio con su servil actitud, sino cuando disfruta
con el perjuicio que con su actitud causa a los
demás. Estos son las mas miserables y por los que
siento un profundo desprecio. No me cabe en la
cabeza que alguien se degrade hasta tal extremo y
pierda la dignidad, por sentirse alguien al lado del
cacique, el patrón o el rico del pueblo. Recuerdo a
uno que incluso hacía horas extras gratis por alagar
al jefe. De vez en cuando con alguien así te topas
en el trabajo, unas veces porque te renueven el
contrato, otras por medrar y alguna vez por puro
servilismo, (y por desgracia estos suelen triunfar
mas que los que hacen bien su trabajo), pero que
ocurra también a nivel social entre conocidos
o parientes, me repugna. Yo he visto como a alguien
le trataban como a un perro, diciendo todo tipo de
pestes de el mismo y de su familia, (prueba del mas
absoluto desprecio) y ver a esta persona hacer la
pelota y lamer el culo a quien le estaba vejando y
denigrando. Y porque me repugnó esa actitud, hoy
escribo esto. El que se de por aludido sabrá porque
no merece que se le tenga aprecio ni consideración
alguna.