martes, 23 de septiembre de 2014

DESAHUCIOS, CONTINUA EL DRAMA

MAS JUSTICIA, MAS SOLIDARIDAD, MAS HUMANIDAD

La crisis tiene su rostro más humano y doloroso en los cada vez más numerosos desalojos forzosos de viviendas de familias que no pueden hacer frente a la hipoteca, con la dificultad añadida de que no es posible la dación en pago.

Esta crisis económica, que ha provocado oleadas de despidos, casi 6 millones suman los parados, generando el drama de estas familias, una vez acabados sus recursos, que se hace mayor, y desesperada, cuando son desahuciados de su vivienda por impago de alquiler o hipoteca, no teniendo mas remedio que refugiarse, los que tienen suerte, en casa de sus padres o familiares, o retornar a sus lugares de origen en los marginados y humildes pueblos.

Veinte desahucios al día, ejecutados por las deudas hipotecarias de los bancos, son demasiado, todo ello con grandes dispositivos policiales, para ver que al cabo del día, 20 familias mas se han quedado sin casa, en la calle. Es la cara más dramática, más cruel y descarnada pero a la vez real de la crisis económica, porque a la pérdida de la vivienda, se añade un calvario nuevo, el de soportar una existencia sin un lugar donde acoger a los mayores y a los niños.

Este drama que hoy viven miles de familias españolas, no puede continuar. La crisis económica y el paro hacen que sea muy difícil llegar a fin de mes y prácticamente imposible pagar la hipoteca o el alquiler.  No puede continuar la indiferencia de los partidos políticos e instituciones ante este drama.

En 3 años se han ejecutado 550.000 ejecuciones hipotecarias y siguen aumentando a un ritmo del 16% anual, mientras el stock anual de casas sin vender ha llegado a las 920.000 y  cerca de 4.000.000 de viviendas de segunda mano permanecen vacías.

Más que nunca es urgente que se creen organismos de mediación para evitar que se siga produciendo una situación tan penosa y que esta adquiriendo unas dimensiones escalofriantes, que se agrava cuando una vez  producido el desahucio de la vivienda, el que fuera propietario debe seguir pagando las letras del crédito, produciendo una vulnerabilidad y un carga, imposible de soportar.

No, las cosas no pueden seguir así, o regresaremos al los años de la hambruna, la exclusión social y la marginación, a una sociedad injusta e insolidaria, donde la avaricia y ambición sin límites de los bancos socorridos por el estado no tiene límite, ni piedad, ni compasión, ni humanidad alguna, y que en muchos casos, arropados por la ley no distinguen si es invierno, si hay niños, si es la vivienda habitual o si el desahuciado tiene alternativas.

Ayer me comentaba un buen amigo que de seguir así las cosas, muchas personas tendrían que retornar a sus lugares de origen, a sus humildes aldeas y pueblos, donde la vida es mas soportable económicamente hablando y por lo menos donde se tiene una vivienda donde cobijarse.

El primer paso es exigir al gobierno un cambio de ley para regular que cuando el banco se quede la vivienda, quede zanjado el pago del crédito, luego habrá que tomar medidas para darle un uso efectivo por lo menos para las familias desahuciadas, al inmenso parque de viviendas vacías y nuevas sin vender.

El gobierno, por decencia, por coherencia y por humanidad, debe paralizar ya, las ordenes de desahucios, para todas aquellas familias que no puedan hacer frente a las hipotecas por haber perdido su puesto de trabajo, por encontrarse en el desempleo.


 POR UN MUNDO MAS JUSTO, MAS HUMANO, MAS SOLIDARIO

No hay comentarios:

Publicar un comentario